PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
El hombre en el mundo moderno tiene múltiples responsabilidades individuales y colectivas. Para ayudarle a hacerles frente, con madurez y libertad, el hombre necesita información y educación.
En el campo de la sexualidad, el crecimiento demográfico mundial acentua dichas responsabilidades. Pero el control de la fecundidad no es la única solución a este problema. Las reformas sociales, el desarrollo econónomico y elevación del nivel de vida desempeÁan igualmente un papel importante e incluso, primordial.
Tenemos la convicción de que el hombre necesita educación para que pueda crecer en libertad, en el autoconocimiento y en la responsabilidad hacia su plena realización como persona.
Los siguientes pricipios y actitudes precisan tal enfoque.
1. La unidad familiar, que es vital para el desarollo de la sociedad, tiene tres elementos esenciales: el hombre como persona, como esposo y como padre; la mujer en cuanto persona, esposa y madre; el niño siempre presente, en realidad o en potencia y que debe ser respetado como persona desde su concepción.
2. La realización personal es un proceso gradual y continuo. La superación de las dificultades parece ser una parte necesaria de tal proceso. Esto es válido para todos los aspectos de la persona, incluída la sexualidad.
3. Los componentes de la sexualidad humana, sea lo físico, lo espiritual, lo psicológico o lo procreacional necesitan ser entendidos e integrados por el hombre en cada una de las etapas de su vida. Dentro de este contexto la sexualidad humana tiene su mayor expresón en la relación interpersonal de amor.
4. Para la pareja matrimonial una relación cariñosa, generosa, fiel y estable suscita su seguridad como personas y la de sus hijos. El conocimiento de sí mismos y del otro promueve dicha relación. En ella es inherente la toma de decisiones responsables en materia fecundidad.
5. El proceso educativo se entiende como un intercambio de informaciones, dentro del marco de un diálogo que es a la vez escucha y aceptación del otro, en condiciones de igualdad (persona a persona o pareja a pareja). Así la pareja llega a ser responsable no solamente de la aplicación de una técnica de regulación de la fecundidad sino de un modo de vida libremente escogido.
6. En este contexto, la regulación de la fecundidad con los métodos naturales se define como un diálogo que conduce a la paternidad responsable sobre la base de una aceptacion consciente para reconocer y seguir las fases cíclicas de fertilidad e infertilidad. De modo que la abstinencia periódica de las relaciones conyugales se convierte en un elemento fundamental en este diálogo.
7. Nosotros organización apreciamos y aceptamos los valores espirituales, de las distintas fuentes, que permitan profundizar la comprensión y fortalecer los anhelos de una persona o de una pareja.